¡El Proyecto de Aborto Legal hasta las 14 semanas ya está en el Congreso de Chile!
Junio, 2025.
El estigma social, las condenas, y las posibles penas de cárcel vinculadas a la prohibición del aborto son inaceptables. Estas políticas van en contra de los derechos humanos y la dignidad de millones de personas en Chile.
La historia del aborto en este país ha estado marcada por décadas de resistencia, avances parciales y confrontaciones. Hasta el 2017, el aborto por causales — una figura ya reconocida en otros países en ese entonces — no existía formalmente en la legislación chilena. Sin embargo, entre 1931 y 1989, el Código Sanitario hizo referencia a algunas excepciones bajo condiciones específicas.
Después de casi 30 años de esfuerzos, debates y resistencias de diversos sectores, en 2017 se logró regularizar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en tres causales. Desde entonces, el movimiento de mujeres, feminista y de derechos humanos ha insistido en ampliar este marco legal, exigiendo el reconocimiento del derecho a decidir sin causales, además de trabajar arduamente por una adecuada implementación que aún enfrenta múltiples obstáculos.
El proyecto de ley de aborto legal presentado este lunes 3 de junio del 2025 en el Congreso Chileno representa una promesa de campaña del actual Presidente Gabriel Boric, así como un compromiso asumido en su cuenta pública de 2024, hace exactamente un año.
Hemos esperado demasiado tiempo.
Hoy, Chile tiene una oportunidad histórica para avanzar hacia el reconocimiento de la dignidad humana y la autonomía en las decisiones sobre nuestros cuerpos y proyectos de vida. El Congreso debe abrir el debate y cumplir con su responsabilidad hacia las mujeres, niñas y personas trans que necesitan o desean abortar.
La consigna “Será Ley” está más vigente que nunca. Este proyecto, que llega tras años de activismo en torno al aborto, es una oportunidad para cerrar una deuda histórica y construir una sociedad donde la libertad y la justicia feminista sean una realidad.
El aborto legal hasta las 14 semanas no representa el límite de nuestras aspiraciones políticas feministas, pero sí es un mínimo de dignidad para quienes lo necesitan.
Abortar no es un crimen.
Abortar es un derecho humano.
